Nunca queremos ni debemos poner demasiado hincapié en la cuestión financiera, como hacen algunas iglesias. Sin embargo, tampoco debemos ser irresponsables o ignorantes en cuanto a las necesidades que tiene la Iglesia.
Actualmente la cuenta de la iglesia se encuentra en “ceros” después de algunos gastos fuertes relacionados al club de niños que se llevó a cabo en julio, 1800 pesos de subsidio para el camión que nos llevó a Cuautla para los bautizos, y 1650 pesos por la renta de la carpa para la noche mexicana.
En el mes de junio del año en curso dimos un paso de fe y reducimos lo que paga David de renta de 1400 pesos a 900 pesos, dándole a él una ofrenda mínima de 500 pesos por mes. Es nuestro deseo subir esta ofrenda a 1000 por mes a principios del año 2007. Debemos de reconocer la labor de los que ministran entre nosotros.
La iglesia tiene la responsabilidad de pagar la hipoteca de la casa cada mes, que es de 2700 pesos. David paga 900 pesos, así que la iglesia tiene la responsabilidad de pagar los 1800 pesos que restan, o 450 pesos semanalmente. Además, materiales para la escuela dominical, café, galletas para el refrigerio, recursos didácticos, aún copias y este boletín implican gastos.
Todavía existen algunas ofrendas de hermanos en los E.U., por lo cual damos gracias a Dios. Muy pronto vamos a utilizar esos fondos para hacer algunas modificaciones a la casa donde nos reunimos. Podemos usar esas ofrendas únicamente para necesidades relacionadas al templo, no para gastos mensuales normales. Debemos de aprender a ser responsables como iglesia, sufragando tales gastos con la ayuda de Dios.
Si Dios permite, en el futuro deseamos también adoptar un misionero y apoyarlo en oración y económicamente, y/o apoyar un proyecto cristiano como un orfanatorio o casa para mujeres maltratadas, por dar algunos ejemplos. ¡Qué Dios nos haya fieles en administrar bien los recursos y bendiciones que Él nos ha dado!
